EL CERDO IBÉRICO: UNA ESPECIE ÚNICA
El cerdo Ibérico es una raza de cerdo endémica de la Península Ibérica (España), de la que obtiene su nombre. Es descendiente directo de los jabalíes salvajes que poblaban la cuenca mediterránea hace miles de años.
Tiene unas patas finas y estilizadas, y a la vez fuertes, para trotar por las dehesas escarpadas. Sus orejas puntiagudas dobladas hacia adelante y el hocico alargado son señales de identidad de este animal. Sin embargo, lo que hace que sea único es su capacidad de desarrollar infiltraciones de grasa en sus músculos, lo que origina un veteado perfecto y una gran jugosidad a su carne.
EL CERDO IBÉRICO: UNA ESPECIE ÚNICA
El cerdo Ibérico es una raza de cerdo endémica de la Península Ibérica (España), de la que obtiene su nombre. Es descendiente directo de los jabalíes salvajes que poblaban la cuenca mediterránea hace miles de años.
Tiene unas patas finas y estilizadas, y a la vez fuertes, para trotar por las dehesas escarpadas. Sus orejas puntiagudas dobladas hacia adelante y el hocico alargado son señales de identidad de este animal. Sin embargo, lo que hace que sea único es su capacidad de desarrollar infiltraciones de grasa en sus músculos, lo que origina un veteado perfecto y una gran jugosidad a su carne.
LA DEHESA
Las Dehesas constituyen uno de los paisajes más sorprendentes y hermosos de toda España. Un ecosistema único presente en la Península Ibérica, sobre todo en su parte occidental, cerca de la frontera con Portugal, donde se encuentra ubicado Fermín.
Es un entorno idílico en el que cerdos, toros y otras especies animales viven en libertad, gozando de paz y tranquilidad. El lugar perfecto para que el cerdo se alimente de los recursos naturales disponibles. Pero sobre todo de bellotas, ese característico fruto proveniente de encinas y alcornoques que se extienden a lo largo de este ecosistema único del Mediterráneo.
Pero la Dehesa es mucho más que eso. Es un aspecto clave para cuidar el medioambiente y conservar especies animales, como el águila imperial o el lince ibérico, además de aportar gran valor a nuestra economía rural y cultural.
La Dehesa es una rica fuente de vida y, a finales de marzo, cuando termina la época de Montanera y los cerdos dejan de pastar, se reemplazan por otro tipo de ganado, como las vacas, para la producción de carne, leche y queso.
La Dehesa regula los ciclos del agua y fertilidad del suelo, potencia la biodiversidad, y, además, juega un papel fundamental en la mitigación del cambio climático debido a la fijación de dióxido de carbono.
LA DEHESA
Las Dehesas constituyen uno de los paisajes más sorprendentes y hermosos de toda España. Un ecosistema único presente en la Península Ibérica, sobre todo en su parte occidental, cerca de la frontera con Portugal, donde se encuentra ubicado Fermín.
Es un entorno idílico en el que cerdos, toros y otras especies animales viven en libertad, gozando de paz y tranquilidad. El lugar perfecto para que el cerdo se alimente de los recursos naturales disponibles. Pero sobre todo de bellotas, ese característico fruto proveniente de encinas y alcornoques que se extienden a lo largo de este ecosistema único del Mediterráneo.
Pero la Dehesa es mucho más que eso. Es un aspecto clave para cuidar el medioambiente y conservar especies animales, como el águila imperial o el lince ibérico, además de aportar gran valor a nuestra economía rural y cultural.
La Dehesa es una rica fuente de vida y, a finales de marzo, cuando termina la época de Montanera y los cerdos dejan de pastar, se reemplazan por otro tipo de ganado, como las vacas, para la producción de carne, leche y queso.
La Dehesa regula los ciclos del agua y fertilidad del suelo, potencia la biodiversidad, y, además, juega un papel fundamental en la mitigación del cambio climático debido a la fijación de dióxido de carbono.
LA BELLOTA
Nuestros cerdos 100% ibéricos viven felices y libres en la Dehesa. Además, durante la Montanera (la época en la que se da la bellota, de Octubre a Marzo) doblan su peso alimentándose exclusivamente de bellotas, hierba y otros recursos naturales disponibles en la Dehesa. Durante este periodo que dura entre 3 y 6 meses, cada cerdo puede comer entre 6 y 10 kilos de bellotas y entre 3 y 4 kilos de pasto.
La bellota, ese diminuto y magnífico fruto característico de nuestra tierra, añade al producto final un penetrante sabor, una textura delicada, un intenso color y un profundo aroma. Además, son ricas en ácidos grasos omega-3 y en ácido oleico.
Un cerdo ibérico es capaz de recorrer hasta 14 kilómetros al día en busca de las mejores bellotas. Este continuo movimiento, sumado a la genética del animal y a su alimentación, son la combinación perfecta para la infiltración natural de la grasa, que en última instancia se traduce en una textura inmejorable y una jugosidad extraordinaria.
LA BELLOTA
Nuestros cerdos 100% ibéricos viven felices y libres en la Dehesa. Además, durante la Montanera (la época en la que se da la bellota, de Octubre a Marzo) doblan su peso alimentándose exclusivamente de bellotas, hierba y otros recursos naturales disponibles en la Dehesa. Durante este periodo que dura entre 3 y 6 meses, cada cerdo puede comer entre 6 y 10 kilos de bellotas y entre 3 y 4 kilos de pasto.
La bellota, ese diminuto y magnífico fruto característico de nuestra tierra, añade al producto final un penetrante sabor, una textura delicada, un intenso color y un profundo aroma. Además, son ricas en ácidos grasos omega-3 y en ácido oleico.
Un cerdo ibérico es capaz de recorrer hasta 14 kilómetros al día en busca de las mejores bellotas. Este continuo movimiento, sumado a la genética del animal y a su alimentación, son la combinación perfecta para la infiltración natural de la grasa, que en última instancia se traduce en una textura inmejorable y una jugosidad extraordinaria.